martes, 5 de abril de 2011

Quiet de Màrius Serra

El relato cubre los siete primeros años de Lluís Serra, a quien todos llaman cariñosamente Llullu. El niño nació con una grave encefalopatía aunque el lenguaje popular se las apaña con la fórmula de parálisis cerebral. El autor utiliza pequeños episodios para hablar de la vida con Llullu: fogonazos de la memoria, como instantáneas en un álbum fotográfico que, sin embargo, poseen un asombroso efecto. Màrius Serra no elude el drama, pero evita cuidadosamente el sentimentalismo y acude a la ironía, el sarcasmo y el humor negro como contrapesos.