miércoles, 21 de abril de 2010

He descubierto con sorpresa que los 7 pecados capitales y las 7 virtudes que según la Iglesia Católica tienes que trabajar para no incurrir en aquellos, han variado. Las parejas de pecado-virtud, eran las siguientes:
Soberbia-Humildad
Avaricia-Generosidad
Lujuria-Castidad
Ira-Paciencia
Gula-Templanza
Envidia-Caridad
Pereza-Diligencia
Yo reconozco mi falta de práctica de ritos católicos, pero a mí me servían. A la hora de tener que decidir como comportarme en un momento dado, echaba mano del listado de virtudes e intentaba guiarme por ellas, la mayoría de las veces sin éxito. La diligencia, por ejemplo es una virtud que yo admiro mucho. Esas personas que son activas, no caen en la pereza, se proponen metas fijas y las cumplen en su tiempo, y además con todo el entusiasmo posible, tienen todo mi reconocimiento.
Los pecados capitales de ahora según actualización del 2008 son:
  • No realizarás manipulaciones genéticas.
  • No llevarás a cabo experimentos sobre seres humanos, incluidos embriones.
  • No contaminarás el medio ambiente.
  • No provocarás injusticia social.
  • No causarás pobreza.
  • No te enriquecerás hasta límites obscenos a expensas del bien común.
  • No consumirás drogas.
Po el tipo de pecado creo que están pensados para investigadores, multinacionales, grandes bancos...etc. Es decir, al ciudadano normal, le dejan como pecado drogarse y no echar correctamente los envases y la basura en el contenedor adecuado... Ahora nos interesan los pecados sociales y en el tú a tú de cada día todo se permite. La soberbia, la ira, la avaricia, la envidia....actitudes tan incómodas de soportar,son ahora "pecata minuta" nunca mejor dicho. Acabaremos como los primeros habitantes de la tierra como única ley, la ley de la selva. Nuestra primitivez, surgirá por encima de la razón o el conocimiento y los vencedores como siempre serán no los que mejor se expliquen, si no los que más fuerte den.

domingo, 11 de abril de 2010

Una letra de una canción dice algo así como "hay gente que es de un lugar, no es mi caso yo estoy aquí de paso" me ha hecho pensar en que yo me siento así. En el pasado, las personas nacían, crecían, se reproducían y se morían en el mismo sitio. Su radio de acción era minúsculo, y los viajes a veces, eran de ida para no volver. Hoy en día viajamos continuamente. Trasladarnos 100 km, es algo normal, cuesta una hora, y nuestro entorno cambia a menudo.Vivimos en un mundo en el que es posible desayunar en un país, comer en otro y cenar en otro distinto, algo impensable hace no muchos años.Adaptamos estilos de vida, costumbres, comidas, etc, de otras latitudes sin problema y nos emparejamos con facilidad con personas que tienen culturas totalmente opuestas a las nuestras. Nuestra existencia consiste en hacer un puzzle a base de piezas de aquí y de allá y vamos construyéndonos como un decorado ecléctico donde todos los elementos forman un todo. No entiendo a aquellos que en el mundo en el que vivimos, se empeñan en seguir siendo de su lugar y no absorben nada de los demás. Creo que es por comodidad.

miércoles, 7 de abril de 2010

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Las personas que hablamos mucho, a veces es porque pensamos mucho y porque creemos que tenemos mucho que decir. A veces encontramos quien nos escucha y la mayoría de las veces asienten con la mirada pero realmente ni nos oyen. No les interesa la conversación porque es más cómodo no atender por si nos convencen. A mí sinceramente, esas personas que tienen miedo al diálogo,que callan, que opinan poco, me intrigan. O no tienen criterio propio, o esperan a que opinen los demás o simplemente no tienen nada interesante que aportar o lo que aportan no interesa a nadie. Esta idea surge de la necesidad de dejar constancia de todas las reflexiones que se me ocurren respecto a lo que sea.